viernes, 4 de marzo de 2011

Tarta de santos

Nunca cocino nada, una vez que meto las manos, que me ensucio, me desgracio con aviso, una vez que me animo, bueno eso... Me sale una tarta de santos, una delicia para mi amiga Enriqueta, que me hace de dama de compañía, porque yo ya estoy grande y no me puedo levantar de la cama sin ayuda de un andador. Antes tenía un bastón, que era de mi finado marido, Raúl q.e.p.d. Ahora sin Enriqueta no puedo estar, mi vida es simple y estoy más segura que nunca, nada nos puede pasar, nada que perturbe la calma hogareña. De no ser que Enriqueta compre veneno de ratas y me lo confunda con la sal, pero no va a pasar nada nene, vos quedate tranquilo que Enriqueta ve bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vidrios rotos