domingo, 29 de julio de 2012

¿Te sentirás identificado?

El pequeño monstruo

Es el primer alumno de la clase. No juega. (Su secreto es un caracol.) El cabello bien cortado, los ojos son delicados y atentos. Su cortés carne de nueve años todavía es transparente. Es de una cortesía innata: toma las cosas sin romperlas. Presta libros a sus compañeros, enseña a quien le pide, no se impacienta con la regla y la escuadra, no se comporta mal, cuando hay tanto alumno desorientado.
Su secreto es un caracol. Del que no se olvida un instante. Su secreto es un caracol tratado con frío y torturante cuidado. Lo cría con cuidado en una caja de zapatos. Con gentileza diariamente le hinca aguja e hilo. Con cuidado, le posterga  atentamente la muerte. Su secreto es un caracol criado con insomnio y precisión.

Clarice Lispector, 10 de octubre, 1970.

martes, 24 de julio de 2012

El nombre perdido

Ayer leí un scribd, cosa que me gusta mucho, porque aunque se complica un poco, aunque son incómodos hay que reconocer que si alguien subió un scribd es porque el contenido vale la pena más allá de la dificultad que se presenta al leerlo. El tema era Clarice Lispector, las fotos eran como su referente, hermosas, misteriosas, dueñas de una sensualidad atemporal. El argumento de ese misterio era un problema en torno a su identidad, Clarice no se llamaba Clarice, se llamaba Haia, o Chaia, se pronuncia igual. Con esa aspiración sonora del idish que a mí particularmente me encanta.
El nombre significa vida, pero ¿qué clase de vida? La vida de alguien que perdió su nombre, que lo tuvo que abandonar vaya a saber porqué. Creo que la gente podría perder mi nombre completo, mi nombre partido en dos, mi nombre de pila, mi apellido siempre demasiado raro, demasiado distante y poco administrable, poca cosa en fin. A mi no me importa eso porque me podrían volver a nombrar, como un bautismo constante, una especie de renacer simbólico. Y quizás eso mismo pasa con Clarice, que nació y volvió a nacer.

domingo, 22 de julio de 2012

El chico de la bicicleta

Cayó de la bicicleta porque esa misma mañana había llovido a cántaros, pero igual tenía ganas de ir a la escuela ¿por qué? No se sabe. Se embarró, se lastimó la rodilla y la sangre, el frío, todo indicaba que no había mejor lugar que su casa. No iba a dejar que se burlen en la escuela. No más de lo que se burlaban. Pero cuento esto porque está relacionado con la muerte de su bicicleta. Sí. Resulta que al caer arruinó los rayos, no es que pesara mucho, no. La bici golpeó fuerte contra las baldosas de ladrillo y entonces perdió el eje. Una situación irreversible y lamentable. No volvió a ver una bicicleta en años.

Todos tenemos una anécdota con la bici, pero hacer una película sobre los sentimientos de abandono, el miedo a la soledad y la necesidad de ser apreciado por otro, esos sentimientos tan humanos, tan difíciles de evadir y esconder. Bueno, eso de sumar tanto a la típica anécdota de bicicleta es mérito de los hermanos Dardenne y yo lo celebro con una invitación a ver "El chico de la bicicleta".


La visita de Obama

Acá todo bien, una nube de tuco. A la tarde vamos a ver la de Batman dale? quiero ver si nos matan a lo Denver

domingo, 15 de julio de 2012

Ya

Desperdicio.
Wasted.
Deshecho de personalidad.
Derroche. 
Abundancia total.
Exuberancia
y estupidez.

Cajas vacías de libros sin tocar, muebles llenos de polvo, vidrios empañados, ambientes gélidos y hornallas prendidas pero apagadas. Telarañas, pastillas y harapos.

A comer!!!

martes, 10 de julio de 2012

"Yo sola no me puedo bancar un alquiler"

Son varias afirmaciones juntas: Yo, o sea ni una mierda ¿quién soy yo?
Yo sola, digo un monoser, ni un adentro ni un afuera, ni un lugar. No comparto nada porque soy sola.
Pero no poder es mi especialidad, eso es irrefutable, a esta altura soy la cara de la impotencia.
Un alquiler para alguien como Yo que vive sola su impotencia sería un regalo de Dios entonces, una contingencia. Un gas. Un chiflete

domingo, 8 de julio de 2012

El antivagabundo

Un flaneur con plata
sale y paga por placer
"El chico de la bicicleta" de los hermanos Dardenne
¿A cuánto el placer? $35 en Arteplex
Un cofler y un café,
jean chupín, guantes nuevos
demasiado para algunos
la simpleza para otros
Queda una tarde
y el flaneur venido a menos
totalmente satisfecho

La iglesia de la renovación y la restauración opina:


Una a veces piensa que no estaría mal un poco de hombre... pero si el hombre es como sal, hace mal

miércoles, 4 de julio de 2012

Flores del chat



Yocasta
jaja yo casta
casta yo
no tengo
edípico lo mío
edípico y épico





Ser cualquiera

Justo que leo este cuento me quedo sin tinta en la impresora. Entonces pensé en colgarlo en el blog para tenerlo presente y de paso hacer apología de Noll. Quiero presentarlo en sociedad (esta pequeña y secretísima sociedad). Me pasa que cuando lo leo pienso que la historia la podría contar cualquiera, porque en Noll los protagonistas son anónimos y aunque viven haciéndose la paja (bueno, son hombres, esa marca la conservan) también se enfrentan a situaciones límites, al nivel de subsistir. Además te contagian esa sensación, esa conjetura existencial. Porque algo que le puede pasar a cualquiera es quedarse en la calle. Yo siempre tengo ese fantasma y aveces me olvido de que tengo que pensar en alguna cosa urgentemente.