viernes, 25 de mayo de 2012

La evoco


Íntimo (no interactivo)

Es una cagada que cuando decaigo le miro el facebook, sí, se lo miro. Veo que con los años cambió el look (Se le habrá ocurrido a él? ¿O habrá un otro detrás de ese cambio?). Ahora por ejemplo, cambió el marco de los anteojos, pero sigue igual de largo. Un asco va...qué se podría esperar de un gusano? El tema es que si uno está curioso, aunque esté lejos, aunque guarde un poquito de rencor, uno todavía tiene el consuelo del facebook, que permite abrazar la propia miseria humana. Decir, y bue, reincidí, ya fue, lo puedo hacer siempre... El problema es cuando alguien se entera que uno no puede dejar de caer en la tentación.
Él no sabe mucho de mí, creo que todo lo que le dije alguna vez sirvió para alejarlo de una vez por todas. Igual eso es fácil, alejar a la gente es una papa. Pero cómo haría si el azar nos volviese a cruzar? Lo evadiría? No, lo saludaría. Pero ¿Qué palabras saldrían de mí? ¿Insultos? ¿Reproches? Taaan hueca soy, taaan... debería prepararme un discurso breve, mordaz. Pero ahora estoy en un parcial domiciliario. No puedo hacer esto, esto de escribir cuando no debo, de pensar en voz alta, de confesar una caída tras otra. Lo mío es lo improductivo, definitivamente esto no puede ir tan lejos. Como si fuese literatura de toilette  

sábado, 19 de mayo de 2012

La competencia

Hoy competí con todos:
Para ver quien sube la mejor música
Para elegir un buen par de botas
Para dormir la siesta más larga
O para quejarnos del clima

La música: ganó Pato, definitivamente "You've got to hide your love away"
Las nuevas botas de Nay: me anoto el gol, texanas color visón
La siesta: empate
Y el clima nos ganó a todos, a menos que... el encierro haya sido recreativo.
Pero no
No!

martes, 15 de mayo de 2012

Everything is touchable

De la "atmósfera" a lo real fantástico

En una atmósfera sofocante como la del castillo, vive un monstruo, es el amo de un fantasma que lava la ropa y cuelga las sábanas, entre otros quehaceres domésticos. El monstruo escribe una novela sobre el sirviente fantasma. Lamentablemente todos malinterpretan una obra de carácter realista, comprometida. No entienden nada, piensan que la sábana tiene vida propia. Luego, donde ven la sabana ven el espectro, se asustan del "pobre". La intención del monstruo es deformada por la recepción de la obra, un lector desconsiderado contagia a otro.

En la Facultad de Filosofía y Letras, los alumnos se convierten en profesores y los profesores se jubilan, hasta que este orden lógico es alterado por un grupo de jóvenes que no se recibe jamás y que con su presencia fantasmagórica, sube y baja, compra apuntes sin pagarlos, abre y cierra las puertas y ventanas del noble edificio sin ser siquiera vistos.

sábado, 12 de mayo de 2012

Repisa

Organizar mi vida es organizar mis lecturas. Primero las lecturas, después la vida, es decir, primero el lugar de cada libro: algunos arriba, los menos urgentes abajo (Todo lo exige una necesidad infundada por otros)

No puedo leer mis libros primero (los que quise comprarme con ganas), porque pedí prestados muchos que tengo que devolver y si no los tengo en cuenta después me voy a sentir culpable por haberlos dejado de lado. Entonces, los más urgentes son los libros ajenos, esos libros otros van a estar en la parte de arriba de la torre de lecturas.

Los libros que más ganas tengo de leer, desgraciadamente van a ir a parar al piso, la planta baja de la torre. Entonces la vida por el subsuelo, cada vez más secreta e inerte. Una vida bajo tierra, rozando el centro del núcleo.