miércoles, 4 de julio de 2012

Ser cualquiera

Justo que leo este cuento me quedo sin tinta en la impresora. Entonces pensé en colgarlo en el blog para tenerlo presente y de paso hacer apología de Noll. Quiero presentarlo en sociedad (esta pequeña y secretísima sociedad). Me pasa que cuando lo leo pienso que la historia la podría contar cualquiera, porque en Noll los protagonistas son anónimos y aunque viven haciéndose la paja (bueno, son hombres, esa marca la conservan) también se enfrentan a situaciones límites, al nivel de subsistir. Además te contagian esa sensación, esa conjetura existencial. Porque algo que le puede pasar a cualquiera es quedarse en la calle. Yo siempre tengo ese fantasma y aveces me olvido de que tengo que pensar en alguna cosa urgentemente.

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Vidrios rotos