sábado, 16 de julio de 2011

Desafinado (por Thomas Bernhard)

En la ciudad belga de Brujas fue decapitado al parecer hace doscientos años, un niño de coro de nueve años que, en una misa cantada en la catedral de Brujas ante toda la corte real, dio una nota desafinada. En efecto, a causa de esa nota desafinada del niño de coro, la reina se desmayó, y no volvió a salir de su desmayo hasta la muerte. El rey, al parecer, hizo el voto de que, si la reina no volvía en sí, haría decapitar no sólo a ese niño de coro culpable de Brujas, sino también a todos los demás niños de coro de Brujas y al organista de la catedral, lo que hizo, efectivamente, cuando la reina no salió de su desmayo y murió. Durante siglos no hubo misas cantadas en Brujas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vidrios rotos