domingo, 22 de abril de 2012

Mi caperucita

Conocí a Daulte hace poco, fue todo por medio de editorial Corregidor y su colección "Los fundamentales del teatro argentino" y la verdad que yo no sabía que nuestro amor iba a llegar hasta este punto. Por eso les recomiendo que lo lean. Porque su dramaturgia enamora, y hace cuánto que no se enamoran? Asumanlo, la cosa está difícil, son tiempos de desencuentro y frustración constante.

En el prólogo de "Caperucita" María Florencia Herrera resume la obra con estas palabras:
"Caperucita tiene una evidente relación intertextual con aquella leyenda infantil que cuenta la historia de una niña que es engañada y devorada por un lobo, y que finalmente logra ser rescatada de las fauces del animal merced a la intervención de un buen leñador. Sólo que en vez de una niña crédula, la protagonista de la pieza es una joven desencantada cuya abuela acaba de pasar por varias intervenciones quirúrgicas y, aun así, no se recupera del todo; sólo  que ese enigma que en el cuento es la madre acá tiene nombre y entidad, siendo un personaje inmaduro cuya propia errancia no le permite asimilar ni la gravedad de la situación de salud de su madre ni la desesperación de su hija ante la posible desaparición de su abuela; sólo que no hay lobo en la obra, sino un hombre que, también movido por la falta, intenta usufructuar sus conocimientos "paranormales" para torcer la contundencia del desamor de la joven, aunque ello lo lleve a cometer actos monstruosos; sólo que no hay un leñador bueno que sobre el desenlace sea capaz de recomponer el caos emergente de tal cruce de soledades... La pieza detenta así una mirada final pesimista que se distancia del desenlace aleccionador del cuento infantil (...)"

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