lunes, 23 de mayo de 2011

La maravillosa costumbre de pedir cafés

Un gendarme no pide cafés, pide la cédula.
Que quede claro que no le corresponde, porque hay lugares donde no se pide. Me altera mucho que me pidan cafés fuera de contexto, mucho más que me lo pida gente que no me conoce y que me mira como si yo le dijera que quiero café con el alma, como si fuera la doña que necesita un pocillito de café. No pibe, yo paso. Vos pedime la cédula. Mirá que grande que soy, te doy mi cédula, la querés, bueno quedátela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vidrios rotos