miércoles, 10 de noviembre de 2010

Probando todavía

El reflejo de la luna es siempre el reflejo de la luna.

Pero el reflejo en el vestidor puede ser cualquier cosa: tener un hombro torcido, un lunar sobresaliente... cosa que marca más el hueso salido de lugar... y voces que dicen: flores nooo!!! rojo nooo!!! y letras menos.
Pero nadie te acompaña en el vestidor... sólo las voces del mercado de la estética, el espíritu de la modelo muerta por inanición y encapsulamiento de siliconas, la revista peluqueril, el suplemento de modas y la paleta que impuso la temporada.

Mientras que por fuera asoma la vendedora... que sabe que vos no sabes =0 y una polifonía insoportable que te reta a ser menos vos y más de los otros, que no son nadie, al menos hoy.

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Vidrios rotos