martes, 20 de noviembre de 2012

Brote poético

La 1:30 a.m. Pude rescatar este material, el resto se lo regalé a la noche ¿Habrá tantas estrellas como poemas abandonados?
Mejor pruebo si lo infinito de la palabra se calma con un té de tilo. Es mi última acción, mi última opción, la primera del día.
Ansiosa y verborrágica ¿porque sobra un sinsentido? La angustia derrapa, no me deja dormir, ni con clonazepam. Con paroxetina y aún con la idea de una Pizarnik, una poetiza maldita, el hada de las buenas noches no tan buenas.
Quiero que aparezca mi nave nodriza y me lleve a buscar mis poemas perdidos. Una duda: en la nave nodriza ¿una abre las puertas con la mente? ¿existe algún código? ¿el código es para los pichis?
Entonces ¿los extraterrestres tenían poderes mágicos o tecnología de punta?
Quiero que esto se publique en la vía láctea, que es más virtual que Internet y más grande que dios, más pesada que un zahir, más complicada que Borges y los neobarrocos intergalácticos. Por eso, poesía de los incomprendidos no; poesía de los que no comprenden.

1 comentario:

  1. Yo diría que Aleph. Me encantan los recursos que usaste y el fantasma de Pizarnik.
    Cruza de pasado y tecno presente.
    Entonces prefiero, como decís al final, no entender este post. Pero me encanta che, no hay que con darle, me gusta mucho leerte. Catarsis.

    Besos

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Vidrios rotos