viernes, 21 de septiembre de 2012

Una primavera conservadora

El tipo de la peli hace de hijo de hippies, pero no es hippie. Usa barba y anteojos, se viste con camperas gigantes, camisas y bermudas, hasta usa ropa de oficinista (parece un mutante de feria americana). Va cambiando el outfit a medida que se traslada de una ciudad a otra. Pero eso no lo constituye como personaje, es algo más que un machote de voz honda. El secreto de su papel es que es un joven dispuesto al compromiso, un gigante bobo con ganas de ser padre y esposo. Ya sé, esto sólo pasa en películas como Away we go. Completamente lo opuesto de la vida, y lo que hace que la peli resulte conmovedora y flashera. Muy compensatoria, hasta odiosamente tierna.
No obstante, el contraste que hay entre padres e hijos está muy bien visto, desde múltiples aristas. Le doy 3 rosas.

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