Trabajo gritando
Cara de ano contranatura y rictus de perro pequinés. Vuelvo a la casa de mis viejos constantemente
a aliviar la angustia, francamente no, solo alivio el hambre.
No es lo mismo pagar por tu miseria que te la paguen. Ojalá pudiera evitar cometer suicidio... pero no, me parece que voy a morir tango.
No grites más, susurrá y al menos vas a escucharte a vos misma.
ResponderEliminarhace mucho no pasaba por acá. ojalá no me pase de nuevo.
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