Llueve, aún siendo una reptil marina me resiento y vuelvo al mar. Pensé en dejar huevas pero los siento conmigo, y soy más madre así, con mis hijos bien aventrados dentro de mi caparazón... los llevaré al fondo de la tierra caliente, donde no quema la superficie volcánica y ahí en mayo nacerán... en mayo, si tienen suerte...
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Vidrios rotos