martes, 19 de febrero de 2013

Pantufla de mercanchifle

Hace días que vengo buscando calzado cómodo. No lo encuentro, no entiendo qué pasa con la industria. Tengo varias sandalias, ojotas, un par de Vans viejas rotas y las pantuflas del mercanchifle. Mi vida sin auto me lleva a buscar un par de zapas, pero no zapas de adolescente, ni zapas de lumpen; la industria local no entiende que todavía hay individuos individualistas, no tradicionales, contraculturales, antisociales, que evidentemente no intentan vestirse para congeniar con un grupete generacional, gente como uno que ni siquiera está de ánimo para identificarse con la propuesta de  lo popular masivo que emana de las grandes marcas. Ahora que escribo, calzo las pantuflas del mercanchifle, que más de una vez fueron elogiadas por mis visitas; no obstante, casi me mato dos veces, cuando estaba bajando por la trampa-caracol.
Aquellos que tengan auto están invitados a acompañarme en la búsqueda!!! Chíflenme =)